¿Y si en vez de plantar edificios plantamos flores?

En abril se aprobó, a propuesta del oficialismo, el nuevo Código de Ordenamiento Urbano en la Ciudad de La Plata (COU), sin haberse dado los debates apropiados en el recinto municipal que representa a la voz ciudadana.

Tal referencia no puede menos que alimentar sospechas múltiples no deseadas: la consolidación de la especulación inmobiliaria por sobre el interés de quienes habitan la ciudad; la edificación de inmuebles cuyas dimensiones generarían el colapso en los servicios públicos; la acentuación de la división entre el casco urbano y las zonas aledañas; intensificación de la pérdida de las fachadas y construcciones históricas
sin el correspondiente ejercicio de preservación; la suplantación de la obra pública relacio­nada con el interés de unos pocos en desmedro del medio ambiente y de la calidad de vida de las mayorías anónimas; y por último, para concluir, menos sol y menos aire para las personas y las veredas.

Frente a la lógica de la mercancía, irrumpe un cuerpo humano en la discusión. Un cuerpo ajeno al canon publicitario, pero un cuerpo comprometido con el arbitrio de la época; un cuerpo ajeno a las marquesinas, pero un cuerpo inquilino de esta ciudad, decidido a posar para esta foto.

¿Y si en lugar de seguir anestesiados recuperamos de lo humano lo frágil y sensible?

¿Y si en vez de plantar edificios plantamos flores?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Desplegando. Algún crítico autóctono refirió que el género es una entidad tallada a dos puntas: por un lado, ofrece una matriz para modelar una ficción para aquel que la crea; a un mismo tiempo, proporciona una serie de pautas para que se pueda asistir a ella con expectativas definidas, conociendo algo de lo que allí puede pasar, jugando a una especie de co-autoría, de corresponsabilidad con relación a la creación de sentido de “la cosa” que se trata.

Extendiendo. Ahora bien, ¿qué es lo que le sucede a un observador cuando encuentra que la rigidez de una matriz cualquiera se ha tornado maleable? Desde la lógica propuesta por el crítico elegido, las expectativas ya no le resultarían tan fáciles de definir. Y en ciertos casos, tal las experiencias, de digerir.


Digresión 1. Los amantes del arte clásico no esperan de sus creadores que rompan con las producciones anteriores, sino que continúen y enriquezcan las líneas que se hallan vigentes. Se apuesta así a una letra nunca escrita, a virtuales pactos preexistentes. Podría especularse, sobre ello, que los formatos y las tipificaciones no son entendidos por los observadores críticos como restricciones sino como márgenes de seguridad.

Digresión 2. Tradicionalmente, los géneros fueron pensados y entendidos con referencia a producciones culturales “altas”. El bien conocido ideal romántico del artista –concebido como alguien en lucha con una tradición, obsesionado por la originalidad y la libertad creadora–, no se ha llevado muy bien con una idea de género pensado como un corset.


Retomando. Claramente por fuera de lo clásico, y sin la exigencia de la mirada romántica, las acciones que atraviesan nuestros espacios y tiempos lo hacen, cuanto menos, de modo oblicuo. Desde la heterogeneidad y el dinamismo propio de las mismas se pretende estimular la somnolencia de los sentidos de un cuerpo social mayoritariamente anestesiado; frente a los espíritus inquietos y a las mentes despiertas, en cambio, las acciones deberían proponer un renovado desafío al reconocimiento de la red semántica. No resistencias.

Concluyendo. Los discursos, para quién escribe, no concluyen. Son espacios de significación y de re-significación continua. Y menos lo hace, aún, el análisis de los discursos. Espacios siempre abiertos, textos inconclusos, voces polifónicas, géneros impuros. Como las acciones mismas. Como esta acción recibida.

Anónimo dijo...

y si en ves de plantar edificios plantamos espacios verdes?o plantamos centros culturales?o canchitas pa jugar a algo?o pplanificamos cloacas para los barrios alto san lorenso'la loma' las quintas etc o plantamos barrios en las afueras de barro para que los hagamos con nuestras manos?resumiedo,estos tipos quieren platita para construir su castillito pribado.PROPUESTA DE MINIMA... pantamos una flor y nos la metemos en el culo .Ahora que ellos se metan en el culo los edificios con sus sombras respectibas..salute

Juan dijo...

Hola gente! Me llamo Juan Kathrein y soy estudiante de periodismo. Queria saber como contactarme con ustedes para difundir la campaña.
Mi mail es juan_k_11_98@hotmail.com

Muchas gracias desde ya

Malas como las Arañas - Feministas Lesbianas dijo...

que buen culo!!!!!!!!!
Casi un culo lesbico!!!

E r dijo...

me parece una buena idea, pero muy mala la propuesta gráfica. Me parece que de esa manera no nos toman enserio las ideas buenas que deseamos concientizar. La frase está muy buena,la idea gráfica no hace ningún cambio psicologico, que es lo que deberiamos lograr en la gente para levantarse y reclamar, de manera justa y en correspondencia, por lo que se permite sind esear que se permita.
Media pila y y larguen una campaña mas interesante ante un tema tan copado. Simplemente Mi opinión ciudadana, que no es cualquiera porque el cambio es hacia nosotros desde ustedes, en este caso. Saludos

Anónimo dijo...

hola
en realidad querria expresar varias cosas
creo que el cartel poco tiene que ver con el concepto y si la idea es que la gente, en general, se pliegue estaria bueno tener una propuesta mas univoca, el cartel esta bueno pero no da cuenta de la frase y eso termina boicoteando la propuesta, esta es mi opinion, y ahora una pregunta que paso con vuestra propuesta?